INVESTIGACIÓN

Las obras de arte de la antigüedad siempre consiguen asombrarnos, además de por su grandiosidad y belleza porque nos merecen la admiración por los artistas que fueron capaces de crearlas con la tecnología de la época. ¿Cómo serían capaces los artesanos antiguos de conseguir por ejemplo los colores de las vidrieras que adornan catedrales e iglesias? ¿Cómo se conseguirá ese juego y vibración de la luz? ¿Cuál sería la técnica que siguieron para conseguirlo?

Para tratar de aclarar mis dudas visito “Vidrieras Arte Cristacolor”, un negocio familiar donde elaboran vidrieras siguiendo el mismo proceso tradicional que los antiguos artesanos. Allí conocemos el proceso de creación y los materiales que usan. Decidimos analizar unos fragmentos de varios cristales para ver su composición en la escala nano.

Con ellos vamos al Instituto de Nanociencia de Aragón donde Pilar Lobera González nos espera para ayudarnos en nuestra investigación ¿qué elementos descubriremos en su composición?

Gracias a este viaje al centro de las cosas, hemos descubierto que el ser humano utiliza la nanotecnología desde hace siglos pero que es ahora cuando disponemos de las herramientas necesarias para poder, por una parte comprenderla y, por otra, fabricar, manipular y observar la materia a escala nanométrica. Su aplicación en campos como la ciencia de los materiales, nos permitirá dotar a los materiales comunes de propiedades sorprendentes.